martes, 3 de diciembre de 2013

Literatura: Imaginación y diversión

La literatura no es sólo historia. No sólo son autores, épocas y clásicos. La literatura hay que saber disfrutarla. Una vez que el alumnos sepa que la literatura es algo de lo que uno puede disfrutar, que puede resultar placentero y divertido, es ahí donde podremos hacer que el conocimiento teórico del mismo sea algo más ameno y atractivo. Algo que a ellos les cree curiosidad. 

Por todo esto, me gustaría hacer que los alumnos se enganchen a la teoría mediante la práctica. Hacer que vean que leer no implica solo leer letras unas detrás de otras. Quiero que vean que eso que leen puede transmitirles algo, que pueden aprender cosas a partir de la lectura. 

Y os preguntaréis, ¿cómo vas a hacer que los alumnos vean que una obra puede sugerirles algo? ¿que puede transmitirles algo en concreto? Bien, pues para lograrlo, escogería un texto breve o un fragmento (adecuado a su edad y al grupo en concreto) para leerlo en clase. Antes de comenzar la lectura les propondría, por ejemplo que mientras van escuchando lo que estoy leyendo dibujen. Que dibujen lo primero que se les pasa por la cabeza. Otra posibilidad, sería decirles que cierren los ojos, y que escuchen el texto para que después de forma individual, escriban lo que les ha hecho sentir o que busquen en Internet la letra de una canción que les haya transmitido lo mismo o algo parecido que el texto que les acabo de leer. 

Estas propuestas son aplicables a pequeños textos trabajados en clase. Si queremos que vean que leer una obra completa también pueden disfrutarlo de la misma manera les diría que, como trabajo final, relacionen el libro que han leído con una película que les haya transmitido lo mismo o que crean que enseñan lo mismo. Esto al mismo tiempo que para que aprendan a disfrutar de la lectura también nos sirve para evaluar y hacer un control de que realmente leen y no buscan resúmenes o trabajos de análisis ya realizados.


Crédito 1

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