Clase de Literatura

Me gustaría que la clase de Literatura que yo diera a mis alumnos fuera fundamentalmente una clase participativa. Me haría muchísima ilusión que mis alumnos se implicasen activamente en comentar textos literarios a fin de alcanzar las interpretaciones más pertinentes que de los textos pueden hacerse. Resulta sumamente difícil conseguir que todo el alumnado de una clase de Secundaria se involucre en una tarea de semejante índole. Sin embargo, también creo que se trata de proponer pasajes que les resulten interesantes para motivarles. Opino que ellos lo pueden percibir, en un primer momento, como un ejercicio arduo y dificultoso, pero se puede ejercitar perfectamente el aprendizaje de los quehaceres literarios mediante una motivación extrínseca del alumnado. Asimismo, me gustaría que los estudiantes aprendiesen a conocer la importancia de poseer una capacidad crítica y de desarrollar una opinión que no venga condicionada por el aparato de poder. Así pues, creo firmemente que con esta materia se puede ejercitar dicho desarrollo. Aunque ha de hacerse paulatinamente, ya que el desarrollo de la personalidad es un proceso tan continuo como útil en la búsqueda de la identidad y la progresión hacia la madurez. De esta manera, yo orientaría mis clases de literatura hacia una perspectiva basada en una exhaustiva participación por parte de los alumnos para que éstos aprendiesen a implementar sus habilidades cognitivas e su conocimiento a cerca de los estudios literarios. En cualquier caso, los textos que yo eligiría siempre tendrían un alto componente comunicativo.